lunes, 26 de marzo de 2012

Stevia

Gracias a Kena, la propietaria de la floristería de mi barrio la cual me provee de todas las plantas aromáticas, he descubierto esta planta, cuanto menos, curiosa.
Esta planta de origen centro y suramericano y de regiones subtropicales, aunque está emparentada con el girasol, tiene la asombrosa cualidad de que sus hojas, al masticarse, saben dulce. Como lo oyes: dulces como el azúcar (y sin sus inconvenientes, claro). Algunas variedades pueden ser 300 veces más dulces que el propio azúcar.



Se han realizando investigaciones que han demostrado posibles beneficios en el tratamiento de la obesidad y la hipertensión arterial porque el consumo de los extractos de sus plantas tiene un efecto insignificante sobre los porcentajes de glucosa en la sangre, lo que también hace atractivos a estos para usos no medicinales como edulcorantes naturales.

Sin embargo, algunos países como Estados Unidos han restringido su disponibilidad y uso en alimentación.

Se utiliza desde la antigüedad por muchos pueblos de Sudamérica, principalmente en Paraguay, Bolivia y Argentina. ¡Cuanto tenemos que aprender de las antiguas culturas!

Enlaces de interés:

lunes, 19 de marzo de 2012

Kamaboko Imo: pastel de pescado con patatas

Nunca imaginaríais cómo llegó esta receta a mí. Desde hace unos meses practico Aikido y, al interesarme por la vida de Morihei Ueshiba (1883 - 1969) que fue su fundador, mi buen amigo Jesús Chenol me pasó un documento que describía, entre otras cosas, la rutina diaria de O'Sensei y la comida que le servían.
Con este plato O'Sensei sobrevivió en sus primeros días como colono en Hokkaido. Creo que es una receta sencilla, humilde y que alimenta el cuerpo y el alma.
Le dedico esta receta, con todo mi respeto, a O'Sensei Morihei Ueshiba, a mi maestro de Aikido Rafael Regaño, a todos los magníficos compañeros que he encontrado en el Dojo Tenshin y a Jesús Chenol. Disfrutadla.


INGREDIENTES
  • 70 gr de salmón marinado (consulta la receta aquí)
  • 500 gr de patatas
  • 10 gr de harina
  • 10 gr de ñame rallado (usado en la receta original, aunque yo no lo he conseguido)
  • Semillas de sésamo y nigelle o arañuela para decorar (no usado en la receta original, pero hay que evolucionar, ¿no?)
  • Sal

PREPARACIÓN
Pon a cocer las patatas en una olla con sal unos 40 minutos.


Mientras tanto, corta el salmón marinado en daditos pequeños y resérvalo.


Cuando las patatas estén cocidas, pélalas y ponlas en un cuenco.


Machácalas con un tenedor, añade el salmón y la harina. Mézclalo todo bien. (NOTA: Si tienes ñame, rállalo y añádelo ahora).


Haz pequeñas bolas con la masa. Ponlas en una vaporera y cuécelas 5 minutos.


Déjalas enfriar un poco para que ganen cuerpo. Mójate las manos en agua para facilitar el darle la forma final (redondas o cuadradas) y poder rebozarlas en las semillas. NOTA: si no tienes estas semillas, ¡échale imaginación! Pipas de calabaza machacadas, quicos, almendras fileteadas... La cuestión es aportarle una textura crujiente.
Sírvelas con un poco de salsa de soja para acompañar. ¡Espero que os guste!

lunes, 12 de marzo de 2012

Salmón marinado

Ahora tenemos frigoríficos y congeladores, pero hace un tiempo no había nada de esto y había que conservar los alimentos. Esta técnica es originaria de Escandinavia y es tremendamente fácil. ¡Manos a la obra!


INGREDIENTES
  • 400 gr de salmón fresco.
  • 200 gr de sal.
  • 200 gr de azúcar.
  • Un puñado de bayas de enebro.

PREPARACIÓN
Lo importante de esta receta es que la proporción de azúcar y sal sea la misma: mitad por mitad.
En un mortero, muele las bayas de enebro (la cantidad, a tu gusto). 


Mezcla las bayas con el azúcar y la sal y resérvalos.


Lava el salmón (sin quitarle la piel) y sécalo muy bien.


Extiende un buen trozo de film transparente y vierte una buena capa de la mezcla de azúcar, sal y bayas para poder acomodar bien el trozo de salmón.


Coloca encima el trozo de salmón, cúbrelo con el resto de la mezcla y luego envuélvelo con cuidado para que la mezcla no se caiga. Si necesitaras más mezcla para cubrirlo, ya sabes: sal y azúcar a partes iguales.


Pon el paquete en un cuenco, ponle un poco de peso encima. Aquí, vas a tener que tirar de imaginación. Yo le he puesto un plato y una olla con agua dentro.


Mete "el invento" en la nevera y déjalo de 24 a 48 horas. En el proceso de marinado, el salmón perderá líquido, concentrando la carne y los sabores. Pasado este tiempo, abre el paquete, limpia el salmón con agua corriente y sécalo bien.

Retira la piel. Si no lo vas a consumir todo, puedes conservarlo en aceite de girasol durante un par de semanas sin ningún problema. Creo que puede aguantar un poco más, pero es que a mí nunca me ha durado tanto... :-)


Puedes usarlo en taquitos en ensaladas templadas o, como es habitual, cortar finas láminas para apreciar todo su sabor. Yo lo he presentado con una salsa de yogur, ralladura de piel de limón, aceite y sal. Ummmm...

lunes, 5 de marzo de 2012

Sound Bites

"Pienso en la comida, en sus distintos sabores y en cómo la he sentido dentro de la boca, lo diferentes que eran unas de las otras, cómo sabían a gozo, a repugnancia, a dolorosa destrucción. La comida no es sólo algo que me quita el hambre. Ahora sé que es mucho más que eso. La comida es una aventura."


Contundente, caustico, electrizante. Aunque en apariencia sigue el guión de una toda una estrella del rock, Alex Kapranos se sacude el cliché sin previo aviso con "Sound Bites. Comerse el mundo de gira con Franz Ferdinand" (Alex Kapranos. Ed. 451 Editores, ISBN: 978-84-96822-24-5) un libro de reflexiones que giran entorno a la comida. No se limita a la descripción  superflua de platos o restaurantes, sino que profundiza en las emociones y nos regala una selección de recuerdos íntimos, a veces personales y, queramos o no, nos convierte en voyeurs emocionales de su peculiar universo culinario.
"Le pego un mordisco a mi clásico -donut-, y bebo un sorbo de café con la boca llena. La masa es esponjosa y suave. La superficie es crujiente, rugosa y sin cobertura de azúcar. Estos polis no tienen un pelo de tontos. Son los mejores donuts de Nueva York."
La comida no es sólo comida: son emociones, colores, olores, sensaciones, pensamientos de vida y muerte, alegría y pesar. La comida puede ser descubrimiento, gustativo y personal, rodar el límite de nuestro prejuicio, un escaparate de nuestros miedos y fobias. Todo un encuentro.
"Mi asado de Renania es contundente: rodajas de carne de buey con un jus de uvas pasa, espeso y gelatinoso, y un puré de patatas con la textura de un ñoqui gigantesco... Comer se convierte en una actividad física."
Alex Kapranos nos invita en Sound Bites a no quedarnos en lo obvio, a ser osados, a que experimentemos y a que miremos más allá del plato y que cada ocasión gastronómica sea una aventura fascinante.
Llenad vuestra copa vital de experiencias y apurarla a grandes tragos aunque os rebose por las comisuras. Cuando se acabe, sólo tenéis que volver a llenarla. ¿Quién os lo impide?
"Tengo la barriga llena, mis papilas gustativas se han entretenido y estoy rodeado de la gente con la que quiero estar. En la calle parpadea un letrero de neón verde que dice: <Buenas vibraciones>. Estoy de acuerdo."